Fue en 1999 que Luna Martínez comenzó su viaje a través de la música electrónica. Su estilo está influenciado por sus residencias en ciudades como Londres, Barcelona, Madrid y su pequeño baluarte creativo como la isla de Formentera.
Las sesiones de Luna Martínez son una mezcla de géneros, que finalmente decantan en el minimal tech, que es donde encuentra su estabilidad sonora y define aún más su propio estilo