MADRID, CAPITAL DEL TECHNO: EL TIME WARP SE ESTRENA EN ESPAÑA CON UNA EDICIÓN ÚNICA

Fotografía realizada por @ontheshoots y nuestro compañero @jorgeemonzon

Por primera vez, el pasado fin de semana, uno de los festivales de electrónica más importantes de la escena, el Time Warp, convirtió a Madrid en la capital del techno, y tuvimos el placer de poder asistir. Miles de amantes de este género se reunieron en el IFEMA y fueron testigos de una edición cargada de ritmos hipnóticos y visuales espectaculares, con una alineación de artistas que nos hicieron vibrar y bailar sin parar.

Desde el primer minuto en que pisabas los pabellones, sentías que esa noche se quedaría para el recuerdo. El increíble montaje con las pantallas LED, los láseres y los cañones de humo creaban una atmósfera envolvente que te sumergía en otra dimensión.

El timetable de artistas, repartido entre los dos días y escenarios, estaba estudiado a la perfección para que ambas noches te dejaran sin palabras y, según tus gustos, pudieras ver a tus artistas favoritos sin tener que perderte ninguno.

 

PRIMERA NOCHE


Por el stage 1 pasaron Kesia y Karretero con su B2B, ofreciendo ritmos melódicos e hipnóticos. Siguió Andrea Oliva, elevando el ritmo con su set que fusionó house y techno. Mochakk añadió su toque único con funky techno, infundiendo groove en la pista. Finalmente, The Martinez Brothers cerraron, manteniendo la energía en su punto máximo.

Mientras tanto, Zarco inauguró el stage 2 con un set melódico y profundo, que fue incrementando la energía para dejar una atmósfera perfecta para abrir la noche. Adiel siguió con un techno oscuro que envolvió a la audiencia en un trance místico. Cuando llegó Trym, la intensidad subió drásticamente con ritmos acelerados y explosivos que encendieron la pista sin tregua. Fátima Hajji aportó su característico sonido enérgico, logrando una conexión profunda con el público que los llevó al punto máximo con cada track. Por último, Sara Landry cerró con un set oscuro y potente, creando una experiencia intensa que dejó a la audiencia vibrante y en un estado de euforia absoluta, garantizando que la noche culminaría de manera memorable.

 

SEGUNDA NOCHE


Sin duda, esta noche fue la más multitudinaria, comenzando en el stage 1 con Luxi Villar, quien cautivó a la audiencia con sus paisajes sonoros. A continuación, Vintage Culture tomó el control, fusionando de manera excepcional el house y el techno. La leyenda Sven Väth subió al escenario con su inconfundible estilo, presentando un set poderoso que enamoró a los más devotos del techno. Artbat mantuvo la energía alta, entremezclando ritmos intensos con melodías hipnóticas, creando una atmósfera de pura intensidad en la pista. Para finalizar, Adriatique presentó un set emotivo y beats profundos, dejando a la multitud en un estado de éxtasis y con ganas de más.

El stage 2 calentó con el B2B de los locales Roll Dann y Anabel Arroyo, quienes fusionaron sus estilos y capturaron a la audiencia. Seguidamente, Daria Kolosova fue aumentando la energía con un set más agresivo que impulsaba a la gente a bailar sin descanso. La noche seguía sin pausa, y era el turno del disc-jockey Héctor Oaks, quien llegó con sus vinilos cargados de música corporal, como él propiamente describe.

Se iba acercando el final y faltaban dos de los artistas más esperados de la noche. Primero, el padre del techno, Richie Hawtin, se coronó con su característico estilo minimalista y vanguardista, demostrando por qué sigue siendo una figura esencial en la evolución del género, haciendo bailar a todos, veteranos y no veteranos. Y por último, el alemán Klangkuenstler puso el broche de oro al festival, con una entrada que erizaba la piel y su característico schranz, que te teletransportaba a una rave alemana. Su set en Time Warp fue una muestra clara de su estilo arrollador, que dejó a todos en un clímax rítmico e inolvidable.

Sin duda, Time Warp ha encontrado un lugar especial en el corazón de todos sus asistentes. Durante dos noches inolvidables, cada uno vivió una explosión de emociones que permitió desconectar de la rutina y dejar de lado, aunque sea por un momento, los problemas del día a día. Con el ritmo incesante de la música y la buena vibra que predomina en el techno, cada persona pudo liberar su energía positiva y experimentar una felicidad pura que resonó en cada rincón del festival. Por todo esto esperamos con ganas el regreso del festival a nuestro país.

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