Hoke está de vuelta y lo hace a lo grande antes de acabar el año. Tras el aclamado BBO junto a Louis Amoeba, Hoke llega para sorprender con un álbum acompañado de colaboraciones donde algunas de ellas han generado una gran expectación entre el público.
UNA NARRATIVA EN DOS CARAS
“Tres creus” (Tres Cruces) evoca el sacrificio, la resistencia y el renacimiento, tres conceptos que el artista valenciano logra atravesar en cada uno de los diez temas del disco. Con cicatrices visibles pero también con victorias bajo el brazo, Hoke presenta un trabajo dividido en cara A y cara B donde el precio del éxito se convierte en una carga inevitable.
COLABORACIONES QUE SUMAN
El álbum abre con AIMBOT, un golpe directo que marca las líneas del disco y demuestra una actitud del todo determinante. Sin embargo, la verdadera sorpresa llega con ABC, su colaboración con Quevedo. Ambos logran un tema donde el éxito y el precio que pagas por llegar a la cima, funcionan como ejes centrales en la letra de la canción. Este inesperado dúo muestra una faceta distinta y deja claro que Tres Creus está lleno de giros inesperados.
Las colaboraciones no se acaban aquí, Nos creíamos kies, junto a Morad, aporta un tono distinto que va desde lo lento a un ritmo de beat envolvente, la letra es un golpe al pasado, especialmente a momentos donde todo parece desmoronarse, dejando un resultado de lo más sincero. Una vez más, Hoke no duda en apostar por Ébano y Ergo Pro en M.AN. donde la química entre los tres vuelve a resaltar, es aquí donde el beat es lo que engancha desde el primer momento, el ritmo rápido y su energía funcionan exitosamente como motor del tema.
UN ÁLBUM PROMETEDOR
Lejos de buscar el éxito comercial fácil, el artista se mantiene firme en su esencia haciendo que “Tres Creus” sea más que un álbum, sino una obra personal sin filtros que reniega de lo convencional. Perfilándose como uno de los lanzamientos más interesantes del año, el nuevo álbum de Hoke promete tener un relevante impacto dentro del panorama musical urbano.