MONEGROS 2025 CONSIGUE REUNIR A MÁS DE 50.000 PERSONAS EN UNA EDICIÓN HISTÓRICA

Monegros Desert Festival 2025 volvió a reunir a una multitud que trasciende fronteras y géneros musicales. Más de 50.000 asistentes procedentes de 90 países se congregaron en el desierto de los Monegros, reafirmando su estatus como uno de los encuentros clave de la música electrónica a nivel global. Durante 22 horas ininterrumpidas, el festival ofreció una experiencia transformadora donde la música, el entorno y el público se funden en un único latido.

DESPLIEGUE DE PERSONAL INCREÍBLE

La magnitud del evento no solo se mide por su asistencia, sino también por la infraestructura humana que lo respalda: más de 4.000 personas trabajaron en su producción, incluyendo técnicos, camareros, personal de limpieza, seguridad y servicios médicos. En cuanto a movilidad, el dispositivo logístico coordinó 14.000 vehículos particulares y 275 autobuses, garantizando una circulación fluida y segura desde la llegada hasta el cierre.

CONCIENCIA AMBIENTAL, SIN DISCURSOS VACÍOS

En su edición de este año, el festival ha renovado su compromiso ambiental en colaboración con Repsol, que repitió como Partner Energético. Todos los generadores eléctricos del recinto funcionaron con combustible 100% renovable, lo que supuso una reducción significativa de la huella de carbono, reafirmando que el discurso de sostenibilidad de Monegros va acompañado de acciones reales.

UN DESIERTO SONORO EN EXPANSIÓN

Con una extensión de 120.000 m², 13 escenarios y más de 150 artistas, la oferta musical fue tan amplia como arriesgada: desde el techno más puro hasta vertientes como el drum & bass, el house, el reggae, el hardbounce, la mákina o el schranz. El festival reafirmó su apuesta por la diversidad, sin perder de vista la coherencia artística que lo ha caracterizado desde sus orígenes.

ESCENARIOS

Durante más de veinte horas, el ritmo no se detuvo ni un instante. Este año destacó el Duna Stage by Brunch Electronik, con una cuidada selección de house y techno en un entorno más íntimo, y el Unreal Stage, una estructura circular hecha con containers que ofreció un formato boiler room de libre acceso. Su diseño y energía lo convirtieron en uno de los espacios más concurridos, desde el opening con Barbara Lago hasta el cierre con Azyr.

Uno de los momentos más impactantes fue la actuación de Vendex, con una mezcla explosiva de hard techno, sonidos trance, matices metal y un A/V show impecable. Su dominio técnico y puesta en escena lo consagraron como uno de los grandes protagonistas de esta edición.

El mítico Airplane Stage también vivió momentos memorables. Su line-up sorpresa incluyó a artistas como Paco Osuna, Pawlowski, Andrés Campo y una segunda actuación de Vendex, que volvió a destacar. Además, nombres como Adrian Mills y Zwilling ofrecieron sets vibrantes, con intervenciones como el a capella de ‘Tranquilo’ junto a Louis BPM, que hicieron del escenario uno de los más disfrutados.

El escenario de Awakenings apostó por el techno elegante y envolvente. Ben Sims fue el encargado de recibir el amanecer, seguido por una exhibición técnica de Chlär, y el B2B entre Fadi Mohem y Rødhåd, que ofrecieron una sesión hipnótica y detallada. Una de las sorpresas fue el F2F entre Yanamaste y Chlär, que dejó huella por su precisión y energía.

TECHNO CATHEDRAL Este emblemático escenario comenzó con Joseph Capriati como maestro de ceremonias y alcanzó uno de sus picos emocionales al atardecer con Funk Tribu y su tema ‘Azul’, que conectó profundamente con el público. Le siguieron nombres como Øtta, Anetha y el potente B2B de Blawan y SHDW. El cierre corrió a cargo de Andrés Campo y Héctor Oaks, quienes ofrecieron un viaje por el techno más clásico y evocador.

Con su escenografía Hallucination, elrow volvió a demostrar por qué es uno de los escenarios más queridos del público. Desde el confeti constante hasta los visuales surrealistas, el espacio acogió sets como los de Bastian Bux, el B2B entre Mau P y Seth Troxler, y un cierre espectacular de Ben Hemsley, que fusionó trance, hard house y su nuevo single ‘Angel’, firmando uno de los sets más celebrados.

El mayor punto negativo de esta edición fue el acceso al escenario Industry City, coproducido por Kaotik y 240 KM/H. Las largas colas, la falta de baños y barras en el interior frustraron a muchos asistentes. Aun así, los sets en formato F2F —como los de Cloudy y Barbara Lago, Chlär y Yanamaste, y Andrés Campo y Adrian Mills— ofrecieron calidad técnica y contundencia sonora.

El escenario principal, el Sound System Temple, se caracterizó por su imponente escenografía videomapeada y una programación que alternó lives y DJ sets. Destacaron las actuaciones de Pendulum, Rudimental, Faena, Foyone, Nico Moreno y Fatima Hajji. Sin embargo, el clímax llegó con I Hate Models, que conquistó al público con una versión vocal de ‘FTS’ y una selección musical sólida, aunque algo más contenida en técnica de mezcla.

El cierre del festival quedó en manos de Indira Paganotto, con un set fiel a su estilo psy-techno, impecablemente construido, pero quizás alejado de la energía que suele esperarse en un final de Monegros. A pesar de ello, la artista regaló imágenes inolvidables desde la tarima, rodeada del equipo del festival y un público que no dejó de bailar hasta el último beat.

LA PRÓXIMA EDICIÓN YA TIENE FECHA

Monegros Desert Festival 2025 ha dejado claro que no es simplemente un festival, sino una experiencia profundamente conectada con su entorno y su comunidad. Un espacio donde la música y el ritual colectivo dan lugar a algo irrepetible. La próxima edición ya tiene fecha: 25 de julio de 2026.

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