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Blackworks y Rebels sumergieron a Málaga en la más profunda oscuridad

La noche del pasado domingo suponía el regreso a tierras malagueñas por segunda vez de Rebels y el estreno de Blackworks en Andalucía, por eso, la felicidad era doble. La sensación que teníamos cuando nos dirigíamos a la Paris15 era que asistíamos a un evento que estaba llamado a permanecer en nuestra retina durante un largo tiempo y que no caería con facilidad en el olvido. Y ciertamente que acertamos con nuestra predicción.

Desde bien temprano no quisimos perder detalle de lo que sucedía en las entrañas de esta gigantesca nave y nos adentramos de lleno a deambular por los interiores de ésta y ver lo que tenía preparado la organización en esta ocasión tan especial.

Cuando tienes que gritarle a tu compañero al oído aún cuando el escenario lo teníamos a setenta metros era buena señal. El sonido en la sala era atronador y los refuerzos eran más que palpables. Nos abrimos paso entre la marea de ‘blackworkers’ que prácticamente llenaban la sala aunque de forma dispersa.

Paula Kasbaeh, la residente con más peso de la promotora local Abstract Collective fue la primera en actuar. Una artista que con el paso del tiempo y la experiencia adquirida se está abriendo paso de una forma más que destacada, adelantando por la izquierda a quien no consiga seguirle el ritmo. Su set fue atrevido ya que incorporó un amplio abanico musical, que abarcaba desde los sonidos más puramente melódicos hasta llegar a alcanzar toda la contundencia y energía del techno.

Posteriormente, Dexphase tomó el relevo. Líder, residente y paladín de Blackworks, y que en muy poco tiempo ha conseguido situar a la marca en la cúspide del techno tanto a nivel nacional como internacional con sus eventos. Musicalmente hablando, su estilo endemoniado consiguió ponernos a tono. No se dejó nada en el bolsillo, fue subiendo el listón progresivamente y su crudeza y su lado más agresivo del techno hizo el resto. Mucho ojo con este artista al que hay que tener muy en cuenta.

El siguiente en actuar no necesita presentación. Tuvimos la oportunidad de presenciar a escasos metros todo el ritual de preparación del set-up de SNTS antes de empezar con su actuación y creedme si os digo que fue espectacular. El hombre de la máscara y la túnica negra se disponía a poner orden en la sala. Su ritmo desenfrenado desde el principio nos dibujó una sonrisa en la cara. La energía con la que se enfrenta a cada set ya sea en club, festival o macrosala ya sea invierno, verano o esté lloviendo es exactamente la misma, le da igual. Incluso decidimos por disfrutar de su set desde el público para poder sentir más si cabe toda la potencia y el derroche de sonido que le caracteriza. Sinceramente, nos quedamos con ganas de más, pero los italianos también querían sumarse a la fiesta.

Los 999999999, un dúo natural de Venecia y con el que tuvimos la ocasión de intercambiar una charla muy enriquecedora en el backstage nos enseñaron el verdadero significado de la palabra locura. Un auténtico aquelarre musical fue lo que nos ofrecieron. Escándalo, frenesí, desorden o perversión rítmica son las algunas de las palabras que me sugiere mi subconsciente para definirlos. Una sesión atiborrada de sonidos demenciales y bombos devastadores que supuso todo un recital que nos dejó maravillados desde el primer minuto hasta el último. La artillería de los italianos quedó completamente vaciada cuando terminaron su set. 

Tocaba volver a casa a recuperarse. En definitiva, una noche impresionante y que ojalá podamos volver a repetir próximamente. Por último, dar las gracias a la familia de Rebels, Blackworks y Paris15 por hacer posible vivir días como este. 

Nos vemos pronto.

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