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Circus Nation se corona en su edición estrella

Estábamos impacientes por que llegara y así fue. Un evento que desde la redacción teníamos marcado en rojo desde hacía ya meses, y es que Circus Nation es sinónimo de exquisitez y calidad musical. No se trata de un festival cualquiera, su amplia trayectoria a lo largo de los años ha hecho que alcance un nivel de madurez y que se consolida año tras año como uno de los eventos de música techno más puros que ha dado este país.

Lo primero que nos hacía dibujarnos una sonrisa nada más entrar al evento es que no existe lo privado, las mesas VIP ni los espacios reservados a cachimbas con enormes cubrieras repletas de champán. En Circus Nation el principal valor es el sonido, los artistas y la buena armonía que reina en la pista de baile. Se trata de un espacio en el que poder disfrutar durante horas de la mejor electrónica del momento y a escasos metros del eje neurálgico de una ciudad como Granada.

Con estos precedentes accedíamos sobre las diez de la noche al festival, una hora temprana pero es que el entusiasmo nos invadía por completo y necesitábamos saciar nuestras ganas de música. Por aquellos instantes ya se encontraban Pet Duo haciendo alarde de su inagotable energía, un ejercicio de velocidad y contundencia y que nos metía en vereda sobre lo que sería nuestro paso por el festival. Decidimos movernos de la carpa Circus Techno Classics y trasladarnos a el escenario Red Planet Open Air, donde se encontraba Orbe realizando su sesión a modo de live. A modo de anécdota, tuvimos la suerte de haberle podido verle actuar la noche anterior en un set exclusivo en la famosa y mítica tienda granadina Tech On Records.

De vuelta a la Circus comprobamos cómo el artista de forma rápida y directa nos entusiasmó con un set cautivador, camaleónico y ecléctico, y es que en todas sus sesiones, Orbe es capaz de aunar los gustos musicales de todo el público y hacer de su presencia un mar de buenas sensaciones que se contagiaron hacia a la pista de baile.

Tras su actuación decidimos tomarnos un ligero descanso y es que debíamos prepararnos para lo que después acontecería. Ya sobre las doce optamos por ir a echar un ojo al mago Cristian Varela. Lejos quedan ya aquellos años en los que el madrileño impartía lecciones de techno house y si me permiten, de hardgroove. Varela se encuentra en la actualidad influenciado por un sonido mucho más oscuro, percutor y dinámico. Ha encontrado la llave maestra y esto le ha catapultado a una segunda juventud que está viviendo a ritmo de martillo pilón.

El público prácticamente desbordaba la carpa circense, ya que faltaban pocos minutos para el tan ansiado mano a mano que realizaría con Horacio Cruz, uno de los platos fuertes de la noche.

Nada más saltar los dos a pista se presentía lo que íbamos a poder disfrutar durante sus tres horas de actuación. Dos de los artistas mas queridos y respetados de la escena comenzaron un set a vinilo repleto del mejor techno combinado con una contundencia que erizó la piel a mas de uno de los que se encontraban allí presentes.

En el escenario Red Planet Open Air mientras tanto se daba turno Rødhåd, este año la calidad del cartel era tal, que en muchos momentos se hacía casi imposible satisfacer nuestro ansia musical para poder vivir las dos actuaciones de forma simultánea. El artista alemán consiguió reunir a los amantes de los sonidos más duros y contundentes bajo una atmósfera pluscuamperfecta. El ambiente, el lugar y el clima se conjugaron de una forma astral para hacer de la noche un momento seguramente inolvidable para los que nos encontrábamos bailando a su son.

Sin darnos prácticamente tiempo a asimilar lo que acontecía, ya nos vimos inmersos en el cierre de la Open Air, que corría a cargo del caballero oscuro de la noche: SNTS. Otra de las actuaciones que muy pocos quisieron perderse y que consiguió estar más que a la altura con un set muy serio como viene siendo en el misterioso artista. Su set fue toda una lección constante de sonidos, agresivos pero sobre todo muy contundentes. Nos fue imposible situarnos a escasos metros de la cabina debido a la enorme cantidad de decibelios que se acumulaban en nuestros oídos, por ello decidimos escucharlo a una distancia un poco más retirada. El aura espectral impartida por SNTS cayó sobre todos el público, estábamos como poseídos por el sinuoso ritmo que salía de sus manos y su exquisita técnica. 

No obstante, no quisimos perdernos la actuación de C-System en la carpa de Circus Techno Classics. Fue sin duda uno de los mejores de la noche. El granadino deleitó al respetable, el cual no se cansaba de bombo, y lo hacía a través de sus mejores sonidos. Un techno que podemos definir como rocoso, acelerado y muy peleón. Un artista que encarna a la perfección el sonido Circus y que nunca defrauda al clubber technofilo. Con el, decidimos poner el punto y final a nuestra noche, la cual recordaremos durante un largo tiempo.

Circus Nation avisó de que se avecinaba una ‘New era’ y vaya si ha venido. El festival se ha consolidado como una de las citas imprescindibles y ha dado un salto de calidad sorprendiendo a propios y extraños. Aún seguimos reponiéndonos, pero con un pensamiento en mente: ¿Para cuando Circus 2020?

Fotos: Julián Farina.