CODE CIERRA DE MANERA BRILLANTE LA TRILOGÍA

Última CODE de la trilogía; como dijo Luka Modric en su día: «No llores porque terminó, sonríe porque sucedió». Una vez más, Fabrik ha cerrado de la mejor manera su ya clásica oda al techno en todas sus vertientes. Tras dos ediciones espectaculares en octubre y noviembre, este 6 de diciembre hemos vivido un evento prácticamente insuperable.

CODE volvió a crear un line up perfectamente balanceado a nivel de géneros, haciendo que todas las salas dieran lo mejor de sí en distintas experiencias que se complementaban entre sí: desde el hard techno en Crystal y Área 19, hasta las leyendas de la Main pasando por techno puro en la Satélite y un ANL de Chris Liebing del que hablaremos a continuación.

La jornada empezó con los Spartans en la Crystal, puro talento norteño que triunfó con su sonido propio de progressive schranz. Tras ellos llegaron más nacionales como Gatnau, Drey y la representación internacional con el peak hard techno y los bajos contundentes de Kloud y Dion, o el cierre de Don Woezik, entre otros. Una vez más, la Crystal 360 estuvo hasta la bandera, siendo el lugar predilecto para aquellos que buscaban emociones fuertes.

Aunque pasamos a palabras mayores, esta vez el Área 19 tenía muchos sonidos diferentes pero enormemente bien recibidos. Tras el opening de Raúl Ortiz, César Almena tomó el relevo; luego llegó la representación de 240KM/H, Dvaid y Human Error primero, y una emocionada Cloudy después. Los primeros apostaron por un set clásico de bounce con varias IDs propias y del sello y, la segunda, transicionó de este género al hard techno con tracks con mucho ritmo y vocales como ‘Where Have You Been’.

Tras ellos llegó un set de bandera de un artista como SNTS. Nos encanta ver al enmascarado en horarios que no son cierre, porque saca un arsenal de recursos en su live brutal. La cantidad de tracks que puso en hora y media es inabarcable y la manera de tener al público en su mano en cada kick y cada drop es marca de la casa. Poco más que añadir: el capo del industrial old school y uno de los que nunca falla.

Tras él tocaba uno de los sets más esperados de la noche: tres horas de I Hate Models, donde el francés sacó todo su arsenal de recursos, pinchando algo fuerte para nuestra opinión pero dándole al público lo que quería. Hard trance, acid drops, IDs clásicas mezcladas con nuevas, un edit al tema ‘Paleta’ súper celebrado y hasta momentos para coger el micrófono y dar su show habitual subiéndose a la cabina.

Aunque no pudimos verlo entero, en el Hangar se estaba cocinando el que, para nosotros, fue el mejor set de toda la CODE: Chris Liebing, que venía de un set en solitario y de dos B2B icónicos con Luke Slater y Elli Acula, formaba con su amigo Speedy J regalándonos un pedacito de Collabs 3000.

Cada vez nos gusta más el Hangar, pero es que noches como estas lo confirman aún más. La exhibición de sinergia entre ambos artistas, sin parar de atacar los mixers y mezclando 3 y 4 IDs constantemente, junto con un toque de live y sin perder de vista a su público, virando hacia lo que éste demandaba para tenerlo en trance constante, no tuvo sentido. 

El schranz primigenio de Chris se fundía con los juegos ácidos de Speedy; las constantes percusiones combinadas con efectos y texturas llegaban al público mezcladas con tracks como ‘Galude’ o ‘Metalism’, conquistando toda la sala y haciendo que nos pareciera tan corto que ambos artistas tuvieron que alargar un poco el set.
Exhibición increíble que Chris debía cerrar en solitario pero se quedaron juntos antes de que el Hangar les despidiera con una ovación merecida y se preparase para el Matinal. Aunque, si hablamos de hito y exhibición, esta noche tenía nombre propio: Underworld.

La formación de Cardiff aterrizaba en Fabrik con su propio equipo de live para dejarnos otro de esos sets que pasarán a la historia. Una Main Room abarrotada y con su producción brillando al máximo nivel recibía a Karl y Rick con honores y disfrutaría durante hora y media del show de estos, con IDs como ‘Dark and Long’, ‘Push Upstairs’ y el esperadísimo ‘Born Slippy’, que quedará grabado en la memoria de todos cuantos vivimos ese momento y con el que Nuke y César Almena pondrían, a posteriori, el broche de oro a esta maravillosa noche.

Aunque no pudimos verlos porque no somos omnipresentes, también pasaron por la Main la ecléctica Nina Kraviz y el gran Marco Faraone. Finalmente, hablando de la Satélite, destacaremos el opening de Ben Garló, que llamó a bastante público, y el closing de Coyu en clave de techno pero muy bailable, con IDs como ‘Diggy Sound’ que nos encantaron.

Y hasta aquí hemos llegado. Gracias, una vez más, CODE, por esta increíble trilogía. Nos vemos pronto porque esto no para. Ya está anunciada la vuelta de dos reinas como Fatima Hajji y Amelie Lens… y lo que queda. 

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