La firma Dame après Paris se ha convertido por méritos propios en una de las marcas más respetadas en la industria de la moda nacional. Una marca que no nace ni en Madrid ni Barcelona pero que a base de esfuerzo y trabajo buen hecho ha conseguido que cada vez sean más los amantes de la moda que fijan su mirada en este proyecto que nació en la pequeña y humilde ciudad de Ourense en Galicia.
No es demasiado común que una marca creada por gente joven tenga claro desde el principio, el dirigirse a un público con un alto nivel adquisitivo. Mucho menos que esto ocurra en una industria tan competitiva como la moda en la que el fast-fashion es algo que está a la orden del día. Pero Dame après París no fijo su estrategia de precios con la única intención de llegar al alto standing, detrás de este proyecto la definición de lujo argumentado cobra todo el sentido.
Su co-fundador, Dacal es una persona con grandes inquietudes por esta industria desde que hace ya algunos años su pasión por el skate hiciera que se interesase cada vez más por el estilo y la moda. Tras comenzar a interesarse por este mundo con el colectivo Supreme Wilson con su grupo de amigos vendrían proyectos como Mirror Limited, que le permitieron ir aprendiendo y ganando experiencia. Este fue el inicio que terminó desembocando en proyectos tan interesantes como Dame après París o Peseta Studio con su otro socio, Dumas.
Dame après París nace como una intervención sobre el lujo, una revisión de sus códigos, una deconstrucción del paradigma para reconstruir el nuevo modelo. En cierto modo, un movimiento que renuncia a la hegemonía parisina bajo el nombre APRÈS PARIS ®.
Abrazando con orgullo las raíces gallegas de la marca, la firma proclama la liberación de la industria bajo el “hazlo tú mismo”, el irónico concepto de low-couture®, nacido de los autodidactas.
Aunque la marca proclama no estar en contra de la moda, la intención es hacer llegar su forma de ver el mundo y vivir, transmitiendo tal y como entienden la estética.