DEMONI es el álbum más experimental del rapero hasta la fecha y abre un mundo nuevo para el género. Este proyecto en el que han trabajado más de 2 años, se separa de ese RapSinCorte al que nos tenía acostumbrados el malagueño. Un proyecto hecho desde el cariño en el que el artista y productores han volcado su alma para mostrar esa faceta más personal y cariñosa.
DEMONI se podría trasladar directamente a un filme de cine. Una historia contada en tres actos en los que Foyone se mete en la piel de un protagonista y nos adentra en su vida y desarrollo personal. Navegando por la juventud, la madurez y la reflexión, descubrimos la historia de un chaval que quiere comerse el mundo y se encuentra miles de trabas por el camino.
El primer bloque de canciones comienza con una historia contada por un narrador omnisciente que nos acompaña por el camino del protagonista. Oscilando entre los problemas del dinero y la confianza el rapero mezcla sonidos típicos del rap con sonidos jazz y flamencos. Este bloque refleja la pureza e ingenuidad de un chaval que sueña en grande y quiere crecer.
A medida que avanzas por el álbum la historia (y los sonidos) se van oscureciendo. La producción cambia constante de ritmos mostrando la fugacidad de ir madurando y la “adolescencia” del protagonista. El personaje se adentra al infierno con un coro gospel de voces españolas que nos recuerdan a Childish Gambino. El autor constantemente pilota entre la alabanza a Dios y al mismo diablo, entre lo bueno y lo malo de la vida. Aquí comienza la propia demacración del personaje y también parece comenzar a tomar conciencia de su situación que se terminará desarrollando en el siguiente bloque de canciones.
El último bloque es probablemente uno de los más profundos del álbum. El protagonista queda sumido en las problemáticas que ha vivido por el camino y refleja todo lo vivido. La fugacidad de la vida y el remordimiento de la vida son los temas por los que orbita este bloque de canciones en las que el protagonista utiliza las canciones como un espejo personal. A lo largo de este bloque escuchamos una radio antigua con jaleo de fondo que nos pregunta “¿POR QUÉ?”, ayudando al protagonista a responderse esas preguntas que rondan su cabeza. El protagonista se rinde ante el creador, Dios, rogando piedad y protección ante lo malo de la vida. Si es cierto que ya en las dos últimas canciones del proyecto parece aparecer un rayito de luz que acapara al protagonista y de cierta manera le reconforta. Nuestro protagonista se autojustifica de sus propios errores siendo consciente de sus propios errores al grito de “YO SOY UN BUEN HOMBRE”.
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Termina así uno de los mejores álbumes de rap en español de la década. Foyone se vuelve a proclamar como el padre del rap en castellano y abre carpetas para el género. El álbum se podría trasladar perfectamente en un filme para la gran pantalla y entenderse a la perfección. El álbum pretende ser un reflejo para el mismo oyente que amplifica su propio desarrollo personal a lo largo que escucha DEMONI.
