En la primavera del año 2017 Fyre Festival se presentaba como una experiencia única enfocada para toda la Jet set. Un evento que se celebraría en una isla privada de las Bahamas y en el que se ofrecía desde las villas más lujosas para sus asistentes hasta los mejores platos gourmet. Todo esto acompañado de un Line Up de vértigo.
La realidad para decepción de sus asistentes fue otra bien distinta.
Un festival transformado en estafa y que se había preparado con pocos meses de antelación, cuando normalmente una producción de este tipo puede llevar todo un año de preparativos. El evento empezó a contar con productores, influencers, publicistas e inversores que atraídos por las maquilladas cuentas que presentaba la organización y apoyados por el respaldo que habían conseguido gracias al rapero Ja Rule y sus contactos empezaron a colaborar con el festival.
En este desastre los asistentes que viajaron hasta el evento se encontraron desde tiendas de campañas para refugiados de huracanes en lugar de lujosas villas hasta sándcwichs empaquetados en lugar de alta cocina. En definitiva, un auténtico desastre donde el precio de las entradas oscilaba de los 1.000 hasta los 12.000 dólares y un cartel finalmente cancelado en el que se contaban con artistas de la talla de Claptone, Lee Burridge, Jam Blomqvist o Bedouin.
Su promotor; Billy Mcfarland actualmente cumple los 6 años de condena que se le imputaron por delito de estafa. Y toda esta historia ha sido recogida en este documental de Netflix llamado FYRE: The Greatest Party That Never Happened.
