Cuando pensábamos que nada más nos podría sorprender de Balenciaga, hacen la presentación a través de redes sociales de la “falda towel” con un precio de 695€ incluida en su colección de Primavera 2024 aunque en el desfile de París no vio la luz.
La falda está disponible en negro, gris y beige. Está confeccionada en tela de toalla (100% algodón terry), en el interior de la cinturilla lleva dos botones y un cinturón para ajustarse y en la parte delantera contiene el logo bordado de Balenciaga, pero sin duda lo más irónico y particular de la prenda es el hecho de que solo puede lavarse en seco.
Esta noticia llega tras las últimas declaraciones en febrero cuando Demna el director creativo de la marca afirmaba su distanciamiento de las piezas efectistas y su intención de depurar la imagen de la firma alejado de los revuelos. Y aunque esto haya dado mucho que hablar, no es la primera vez que se usa el tejido de toalla en colecciones de alta costura. En Primavera 2020 Prada, Fendi y Ludovic de Saint Sernin subieron faldas en esta tela a la pasarela, Miu Miu en 2017 y Acne Studios en 2015. Donatella Versace en 2018 revivió un conjunto de rizo con mariposas en el estampado, de Gianni Versace en 1995. Lo que esto deja claro es que no es algo nuevo a pesar del revuelo. También se han hecho numerosas fotografías de moda con una toalla como estilismo central del reportaje de revistas como Vogue.
Lo que sí podemos sacar como anécdota de esta polémica es la recreación que ha hecho la empresa sueca IKEA sacando a la venta a través de un Post de Instagram (tal y como lo ha hecho Balenciaga) su propia falda-toalla (“vinarn”) con un precio mucho más económico; 14€ aproximadamente con la misma pose que el modelo de la firma de lujo a modo burlesco por el concepto y el precio.
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