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Lache Club, un refugio necesario

Podemos definir un refugio como un lugar de encuentro, un lugar donde sentirse seguro, un lugar donde poder ser uno mismo, un lugar donde poder crecer como persona. Todo ello es auspiciado por la comunión, la fraternidad y el amparo que te aportan otras personas. En realidad, con todo esto podemos hablar de un refugio  como algo más que un  simple lugar, es un espectro mucho más complejo donde la personalidad y aura de los diferentes seres es respetado, alimentado y celebrado por los otros. Eso es Lache Club.

Atendiendo a esta metáfora ya podemos presagiar que Lache Club es más que una fiesta, es en realidad un ente multidisciplinar que se ha consagrado en Sevilla como una propuesta innovadora que poco a poco está alcanzando una madurez y un éxito digno de admirar.  Pero como cualquier historia, para ser bien comprendida tenemos que arañar en sus bases, en los caldos de cultivo que han propiciado esta revolución de la escena cultural y musical de la capital andaluza.

Como punto de partida nos encontramos un grupo de amigos y artistas conectados por sus inquietudes artísticas y culturales. Este grupo matriz está formado por 1e5us, E. Marol, Francis Jenkins, Sara Sevillano, Zomwowie o Jose Fearless entre otros. Desde bien jóvenes comparten gustos y debates sobre música, arte, moda y fotografía; por una estética que engloba todas estas áreas artísticas. Un grupo de amigos con una personalidad arrolladora que no encontraban su espacio y que tras recorrer algunas ciudades, eventos y espacios que encajaban con su espíritu, decidieron crear el suyo propio: su espacio, su templo.

Algunos no pasaban la mayoría de edad cuando en el 2018 deciden arrancar el primer evento de Lache Club, una fiesta donde lo que buscaban era disfrutar de un movimiento que geográficamente les quedaba lejos pero que tenían muy interiorizado. Así, en su primera fiesta contaron con la presencia de Mis Nina quien era y sigue siendo uno de sus principales referentes musicales. De esta primera fiesta no sólo quedó el desfogue cultural, el orgullo de realizarse como promotores, de exponer sus gustos y personalidades sino que además sirvió para comprobar que como ellos había más gente huérfanos de espacios y eventos de este tipo.

A partir de ahí, y aunque siempre con la velocidad justa y cuidando cada paso, el movimiento empezó a crecer llevando sus fiestas a algunos de los espacios más relevantes de la escena musical sevillana como Sala X, Sala Fanatic y más recientemente Sala Cosmos. En los últimos años han contado con las actuaciones de artistas Soto Asa, Pedro Ladroga, Israel B, Goa, Steve Lean, Mc Buzz, Lowlight o Ghouljaboy. Actuaciones acompañadas de las sesiones de Lache Sound (1e5us & E. Marol) y de las performances de Pakita (Francis Jenkins) Belial Chessvastica y Diextasis  principalmente.

Lache Club ha sido capaz de ofrecer a su público artistas que hoy día son referencia de música urbana a nivel nacional y que apenas eran considerados artistas emergentes en el momento de sus actuaciones en Sevilla. Eso lo consiguen a base de una melomanía absoluta que los lleva a indagar en los géneros como el trap, rap, reggaeton o el funky más underground. A ello se suma la capacidad de aprendizaje y de beber de sus principales referencias como son Bad Gyal, Yung Beef, Asap Rocky, La Zowi, Somadamantina, Leiti sene, Iamddb, Lil Peep, Travis Scott, etc. 

Es importante recalcar, que cuando hablamos de referencias e inspiración vamos mucho más allá de la aportación artística de estas figuras. Es una cuestión de estética, ambiente y formas de expresión, todas estas disciplinas han creado una serie de sinergias que han culminado en la creación de un movimiento pionero en Sevilla. Un movimiento contracultural pero con la capacidad de llegar y enganchar a un público fiel y entregado con sus causas y orígenes.

En definitiva, Lache Club está derribando muros, está abriendo puertas y construyendo escaleras. Escaleras que los llevan hacia su propio universo y que además lo hacen abriendo camino a una generación que hasta ahora no encontraba su hueco en la cultura sevillana y que por fin tiene un espejo donde mirarse, que no debe ser simplemente un modelo a imitar pero sí el reflejo de que la diferencia y el espíritu cultural revolucionario no sólo es posible, sino que es respetado, alimentado y celebrado.

Para poder entender de verdad un movimiento complejo como este, este texto no te hará llegar a conocerlo en su plenitud, para hacerlo tienes que vivir uno de sus eventos. El más cercano será el próximo 1 de abril en Sala Fanatic como after del concierto de Gloosito y con Baby Pantera como artista principal. Sin duda, un evento imperdible.

Puedes hacerte con tus entradas aquí.

Fotografías: xtinaruizl y offdelcampo