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MADRID SALVAJE 2023, LA JUNGLA DE LA MÚSICA URBANA

Hay días en los que uno se levanta pronto y elige cuidadosamente la ropa que se va a poner. Hay días en los que tienes ganas de gritar, de saltar, de llorar, de reír y de quedarte sin energía. Hay días que sabes que recordarás todo el año, porque tu mundo se para y empieza el Madrid Salvaje.

Llegas a la parada Feria de Madrid con los vagones abarrotados. Subes por la boca de metro, sales a la calle y los pelos de tus brazos empiezan a erizarse. Vislumbras los escenarios en los que se van a congregar tus artistas favoritos y entiendes que la espera ha merecido la pena. Te da igual los treinta grados que marca tu móvil y vas a toda prisa para coger tu ansiada pulsera. Miras las caras de los miles de jóvenes que comparten la misma ilusión y todo empieza a coger un aura distinta, todo empieza a hacerse más y más grande. Atraviesas la puerta de entrada y pasas a vivir dos días en una burbuja de felicidad.

El primer gran concierto fue el de Hoke y Louis Amoeba, que tomó el relevo de Al Safir en el escenario principal, el Cutty Sark. Los valencianos congregaron a miles de personas que rompieron sus cuellos al ritmo de BBO, su gran disco. Ese olor a rap clásico totalmente renovado, moderno y original no podía pasar desapercibido y, como todo el mundo esperaba, dejaron uno de los mejores conciertos de todo el evento. Lo único malo es que acabó, pero como no podíamos quedarnos desamparados, tocaba elegir entre Kaze, Miranda o Midas Alonso en los escenarios Cutty Sark, Salvaje y Jagggermeister, respectivamente.

El show que dio Kaze es prácticamente indescriptible. Daba igual que fueras su fan número uno o que lo estuvieras descubriendo en ese momento, los sentimientos que genera el de Murcia son para decirle, simplemente, gracias. Cantar el Techo de mi habitación en directo es una experiencia que todo el mundo debería vivir, y escuchar a este artista debería ser una tarea obligatoria si te consideras amante del rap en español. Pero no te podremos juzgar si elegiste escuchar al recién llegado a la fama Midas Alonso o al gran Miranda, cuyas letras te hacen viajar hacia lo más profundo de ti mismo, y es que lo bueno del Madrid Salvaje es que es imposible ir a un concierto malo.

Los de Space Hammu rompieron el escenario, allí arriba había más energía que en una central nuclear, no tuvieron ni un solo fallo y sus fans salieron encantados. Yung Beef tocaba a la vez, llenó el escenario principal y no salió exento de polémica. El artista introdujo su cabeza debajo de la falda de una chica durante su actuación. Las redes se hicieron eco rápidamente y las críticas empezaron a expandirse. Pero este hecho quedó opacado por el gran final del día, ya que era el turno de Fernando Costa. Hacía falta prismáticos para ver el final del público, pero Fernando no se achantó ante la gran marea de gente y puso a Madrid a gritar Hasta Cuando. El rapero estuvo acompañado por Delaossa y sorprendió al público con la aparición de Juancho Marqués, pero ahora tocaba descansar y prepararse para el próximo día.

El sábado comenzó más pronto, a las 16:00 ya estaban Arce y Danni Ribba desplegando su arte. Más tarde, la voz rota de Nikone maravilló a todos en una actuación memorable para los asistentes y para el inventor del Biribibae, que finalizó con un público entregado al cantar Blanco y Negro. Más tarde llegaría el turno del imparable YSY A, de Mayo 214 o de LaBlackie, la joven promesa de origen africano. Entre concierto y concierto, la mayoría se entretenía jugando el torneo de baloncesto preparado por la organización, tumbados en el césped o reponiendo fuerzas en los puestos de comida.

Seguro que los que vieron a Israel B habían recargado pilas, porque fue el público más entregado de todo el festival. Parecía que llevaban chuletas en los bolsillos, pues cantaron todas y cada una de las canciones. El madrileño la partió con su rap, el reggaeton, la música techno, el drill o cualquiera de las variantes y combinaciones que este pedazo de artista quisiera tocar. Además, acompañaría a Easy-s en su concierto para cantar Gangsta Party. Probablemente fueron los mejores del día junto a Nikone.

El gran cierre estaba en manos de Delaossa y Hard GZ, pero ambos se chocaron con el mismo inconveniente. El sonido se escuchaba demasiado bajo y el público no pudo disfrutar al máximo el final del festival. Entre canción y canción se escuchaban los gritos de la gente pidiendo que se aumentara el volumen. Delaossa se disculpó por X diciendo “debo pediros disculpas por el limitador de sonido, no tenía nada que ver con nosotros, espero que nos veamos en otra pronto, os amo”.  A pesar de todo, se dieron un baño de masas y se hizo un gran “pogo” en la última canción de todas, Postureo de Hard GZ. Durante el día destacaron otros como Saske, Soto Asa, Cano, Ergo Pro e Il pequeño.

El festival finalizó a las dos de la mañana, con un sabor agridulce por los problemas de sonido y con un déficit de energía propio de quien ha estado 48 horas escuchando parte de la mejor música urbana de este país.