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Monegros Desert Festival, la rave legal más extrema de Europa

El mítico festival de la familia Arnau ha vuelto a cerrar una multitudinaria edición con 50.000 asistentes procedentes de más de 90 países. Este heterogéneo público ha combatido con lo que muchos de ellos llaman una “prueba de supervivencia constante” en una edición tan calurosa como apasionante. Sin embargo, dicen, esa es la magia de este evento. Disfrutar de 22 horas de música continua en los 11 escenarios que no dejaron a nadie indiferente: desde el imponente Soundsystem Temple, al Airbus 330, o hasta el gigantesco y psicodélico pulpo de elrow

 

Por otra parte, el festival ha gozado de grandes colaboraciones en el resto de escenarios: la marca DC en el peculiar Industry City, Drumcode de Adam Beyer en en la novedosa joya de la ingeniería Open Air, con más de 40.000 LEDs y, sobre todo,  el sello madrileño del hard/bunker techno Blackworks en un Moon Stage donde no cabía ni un alma.

Escenario The Moon / Alba Bouvier

Muchos asistentes ya hacían fila bajo más de 35ºC antes de que la apertura de puertas diera el pistoletazo de salida, mientras algunos esperaban bajo cobijo de cientos de toldos en el parking y otros llegaban poco a poco desde todos los puntos de España, Francia, Italia… Paco Osuna fue el encargado del opening, mientras que Andrés Campo se convirtió en el primer oscense en cerrar el festival. Además, contó con la aparición inesperada de la leyenda del rap en español, Kase.O, para los coros de Ringui Dingui y Mitad y Mitad.

Además, después de la polémica cancelación de última hora del año pasado de Wu Tang Clan, el legendario grupo de Nueva York pudo cumplir su promesa de darle al desierto un show único en España. La banda al completo hizo vibrar el Soundsystem Temple poco después de caer la noche y se convirtieron en los responsables de hacer entrar a los últimos rezagados que aún bebían en el parking. Un espectáculo que contó con temas tanto de su discografía como C.R.E.A.M. o Protect Ya Neck como homenajes a grandes leyendas como Biggie y Tupac.

Andrés Campo (izquierda) y Kase.O (derecha). / Hara Amorós

A partir de las primeras horas de la mañana, cuando el sol volvía a ser la tortura de la tarde anterior, la muchedumbre descendió -no mucho-, no obstante cabe destacar que los encargados de cerrar los escenarios pusieron la guinda al pastel de aquellos que sobrevivieron. ¿Los encargados? Grandes nombres como Klangkuenstler, Héctor Oaks, Ilario Alicante o el hard techno del francés Nico Moreno.

 

El desierto de Monegros se ha consolidado, una vez más, como uno de los centros de la música electrónica en el mundo gracias a la presencia de artistas de referencia como Richie Hawtin, Amelie Lens o Seth Troxler. Además, se merecen una mención especial los espectaculares B2B de Paula Temple y SNTS, Charlie Sparks con Parfait y Dax J con  SPFDJ.

En definitiva, comienza la espera para la edición del año que viene, en la que volverán a congregarse miles de ‘monegrinos’, algunos veteranos y otros primerizos de esta extrema experiencia que, según Juan y Cruz Arnau, “ha conseguido reflejar el verdadero espíritu del concepto RAVE”.