Jacquemus y Nike han decidido mirar hacia el archivo para rescatar un mito: el Moon Shoe. Más que una zapatilla, este modelo representa el inicio de la cultura sneaker tal como la conocemos. Diseñado en 1972 por Bill Bowerman con la primera suela waffle de la marca, fue producido en cantidades mínimas y rápidamente se convirtió en objeto de coleccionista.

Medio siglo después, el calzado que marcó los primeros pasos de Nike regresa bajo la mirada de Simon Porte Jacquemus. El diseñador francés, conocido por transformar la sencillez en sofisticación, imprime en el proyecto un carácter inesperado: la silueta mantiene la raíz atlética, pero se afina con gestos que recuerdan al ballet y a la ligereza de la danza contemporánea.
La operación no es solo estética: supone un ejercicio de arqueología de diseño, donde la memoria deportiva se cruza con el lenguaje de la moda de lujo. Así, el Moon Shoe deja de ser únicamente un objeto de museo para transformarse en una pieza viva, lista para un nuevo público global.

Por ahora, Nike y Jacquemus han revelado apenas un teaser de esta reedición. Sin embargo, la sola idea de devolver a la calle —y no solo a las vitrinas— uno de los modelos más raros y significativos de la marca ya es suficiente para alimentar la expectativa en la comunidad sneaker.