OUTWORLD BATE TODOS LOS RÉCORDS CON 12.000 ASISTENTES EN SU SEGUNDA EDICIÓN

Cuando hace poco menos de un año Klangkuenstler lanzó a la luz Outworld nadie esperaba lo que podía pasar. Una marca con sello propio del aleman que ha conquistado el mundo con un increíble World Tour donde destacan los formatos All Night Long que, dicho sea de paso, es donde más brilla un DJ de la talla del aleman.

Tras su primera toma de contacto con Madrid con un evento épico, todos sus fans y muchas personas que lo comenzaban a descubrir estabamos ansiosos esperando su vuelta. El artista ama España y siente Madrid como su casa, es por eso que, cuando arrancó su gira en 2025, Madrid era un destino obligado. El público respondió como se esperaba, un sold out de record y la emoción y expectativas por las nubes. De este modo, unas doce mil personas cruzamos el 1 de marzo las puertas de pabellón 8 de Ifema para disfrutar de una noche histórica.

A pesar de que nos esperaban ocho horas de disfrute, muchos nos apresuramos a entrar pronto para no perdernos nada. Tanta era la emoción que, una vez se abrieron las puertas, se produjo una estampida de gente en dirección al pabellón y, apenas una hora después ya estaba la mitad de la pista llena. Pocos artistas pueden decir que tienen más de cinco mil personas apenas empezar a tocar pero Klangkuenstler es uno de esos genios especiales que llegan a estos niveles.

Un evento sin precedentes en cuanto a expectativas, que agotó todas sus entradas en apenas unos días con un reclamo fundamental: el sonido de Klangkuenstler. Un homenaje al sonido industrial que ha tomado el escenario desde la apertura de puertas a las 22 horas y hasta el cierre, de la mano de Michael Korb, acompañado de una producción que ha multiplicado los esfuerzos en crear un espectáculo audiovisual de primera línea en el Pabellón nº 8 del recinto madrileño, tras la primera experiencia de 2024.

El set comenzó con un hardgroove elegante y magnético, hipnotizando a la pista de baile con los beats rítmicos y emocionándola con alguna melodía. El talento del artista se demostró con mezclas a 3 y 4 canales donde combinaba techno clásico con algún toque más groovero. Por otro lado, tiró de clásicos como el remix a ‘Sufriendo` que el público coreó a voz en grito. Una lectura de pista sobresaliente y unas mezclas de otro mundo marcaron este inicio de set.

Llegaba la una y la cosa se ponía seria, todo gran evento tiene su ¨intro¨ pero la de este fue algo superior. ¿Hay algo mejor que abrir la veda del schranz con Mein Wille y Die Welt Brennt? Sí que lo hay, y es que, el bueno de Klang trajo con el a Obernauer, el vocalista de los tracks que actuó en directo para sorpresa y asombro de todos. Un momento único que quedará grabado en nuestras mentes por mucho tiempo.

El pabellón estaba hasta arriba y comenzaron a subir los BPMs con mezclas a caballo entre el oldschool y su schranz con tracks como ‘Weltschmerz’ o ‘Untergang’. El bombo retumbaba poniendo a prueba la torre de altavoces Funktion One que presidían la sala y de los que hablaremos mas adelante y Klang disfrutaba lanzando drops agresivos e imponentes en dirección a una pista de baile que estaba a sus pies. Además, cabe destacar el hecho de que, en la cuidada selección de temas del aleman había algunos de artistas nacionales como X4MB3, KSN, Temprano, JGMZ o Zetzio entre otros.

Las tres últimas horas constaron en una subida brutal de intensidad que fue culminado con una última hora de auténtica exhibición. Klangkuenstler es un artista con todas las letras y tiene un conocimiento de la escena increíble. Es por eso que no nos sorprendió, aunque si nos impresionó la manera de cerrar mezclando su schranz con tracks de trance noventero como L’espernza de Airscape o su clásico remix a Join Me. Por otro lado, también vimos remixes a tracks del hard techno más moderno como Revolution, Parasonmia o Euphoric Night para culminar con el Toter Schmeterling que la gente coreó con sus últimas fuerzas dejando un cierre de película.

Fue una exhibición catedralícea, una oda a la música electrónica pero, no todo funcionó a la perfección a nivel logístico. Los altavoces daban un muy buen sonido a la zona del backstage y las primeras filas pero el sonido se perdía y distorsionaba en el fondo. Por otro lado, las barras se quedaron sin agua y alguna clase de alcohol cerca de las cuatro y la apuesta por los lockers salió rana. La mala ubicación y la aglomeración de tantas taquillas juntas acabó en una situación incómoda y agobiante para muchos que esperamos que no se repita. 

Con todo, a pesar de estos detalles externos sería injusto darle una mala nota a un evento donde vimos brillar a una estrella en su máximo esplendor. Por suerte para nosotros, acaba de ser confirmado para el A Summer Story así que volveremos a disfrutar de el muy pronto. 

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