A todos los que nos apasiona la música electrónica y seguimos a artistas o eventos en RRSS, llevamos semanas viendo como en Europa se están realizando eventos con total normalidad. (Algunos de ellos, de forma masiva), mientras que en España aún las restricciones en cuanto al ocio nocturno continúan siendo muy inflexibles. Todo esto nos lleva a la siguiente pregunta: ¿Qué está pasando en España?
Con una tasa de vacunados de casi el 80% en España la reapertura del ocio nocturno con cierta normalidad es un tema que aún parece lejano arruinando miles de empresas y trabajadores. Una pandemia no es una tontería, eso lo sabemos todos, y es por eso que las medidas tienen que ser y han sido drásticas, pero ya toca darle aire a las salas de conciertos y discotecas.
Si analizamos que está pasando en el mundo observamos que en Inglaterra se abrió todo el ocio nocturno el 19 de julio, sin límites horarios, ni de aforo, y justo ahora a final de mes van a implementar que solo podrán entrar la gente con pasaporte Covid, lo que ya están haciendo Alemania y Francia que también han abierto sin límites el ocio nocturno con la exigencia que para entrar se tiene que mostrar el pasaporte Covid o bien una prueba PCR negativa hecha a menos de 24h. Si nos vamos a Estados Unidos pasa lo mismo, está todo abierto y Dinamarca ha hecho público que retira todas las restricciones esta semana. La pregunta es… ¿Y en España por qué no?
La respuesta, al igual que la pregunta es compleja. Igual que hubo en su momento el caos en cuanto a los horarios del toque de queda, o bien el uso de las mascarillas obligatorias, ahora pasa algo parecido… El marco legal actual del país no permite que se use el pasaporte Covid como “tiquet” de entrada en los clubs. Galicia lo intentó, durante unos días se abrieron todos los locales y rápidamente el tribunal autonómico revocó esa opción, a fecha de hoy se ha aprobado otra vez el uso del pasaporte en Galicia pero sin saber exactamente cómo funcionará.
Actualmente en la Unión Europea 21 países usan el pasaporte Covid como opción para poder abrir el sector más tocado por la pandemia, un sistema que por otro lado impulsa a que a quién está dudando de vacunarse. En estos momentos muchas comunidades autónomas como Cataluña, Cantabria o Andalucía ya han hecho la petición al gobierno general para que por favor se aplique aquí el mismo sistema que utiliza la mitad de Europa y más teniendo en cuenta que España tiene un riesgo de contagio mucho más bajo que en muchos otros países.
¿Y mientras tanto qué pasa?¿Consecuencias de este vacío legal? Las consecuencias son más que evidentes: la proliferación del fenómeno botellón y el desmadre en las fiestas mayores, que como están al aire libre, ahí sí vale todo. La gente se rebela contra un sistema que exige cada vez más, y en cambio, no ayuda mucho. El sector del ocio nocturno en Cataluña está en huelga de hambre hace días acampados en la Pl. Sant Jaume, reclaman que se reabra de una vez con aforo completo. Por otro lado, el gobierno de la Generalitat no propone ni una fecha de una posible pre apertura.
Cada persona lo vive de distinta manera y se adapta lo mejor que puede a la situación, pero para saber más profundamente qué está pasando hemos hablado con algunos de los mejores promotores de nuestro país para conocer su punto de vista:
Teo Molina (CEO Fiesta & Bullshit | Director Circus Nation)
nos cuenta más sobre el estado actual del ocio nocturno sobre todo en Ibiza y Andalucía.
¿Cuál es la situación actual en el ocio nocturno en Ibiza y Andalucía?
En Ibiza hay más trasfondo, ya que aquí el problema actual no es el Covid, son los planes que el Gobierno de Baleares tiene para Ibiza a largo plazo. Les ha venido genial esta pandemia para seguir metiendo tijera a clubs y eventos. Restricciones y cero apoyos a un sector tan importante como es el de la música en Ibiza. Andalucía parece que lo tiene más claro, y conoce la importancia del sector de la cultura y el turismo para la comunidad, y el fondo de todo, para que la gente pueda trabajar y no morirse del hambre.
¿De quién depende que España esté en la misma situación de otros países de Europa en temas de ocio
De nosotros, de los ciudadanos única y exclusivamente. Para las administraciones mientras se les permita hacer o recortar, lo van a hacer. Los videos de las manifestaciones en Londres o Ámsterdam demuestran que sin lucha no se consigue nada.
¿Cómo esperas que sea Circus Nation este otoño?
Una edición con aforo limitado, pero muy especial ya que nos volveremos a encontrar con todos nuestros amigos, seguidores y clubbers que volverán a escuchar electrónica.
¿Han llegado ayudas? ¿Son suficientes?
NO, NO y NO.
Luka (Lab Madrid | Crow Techno Club) nos ha contado de primera mano lo que está pasado por la escena club en Madrid.
¿Cuál es la situación actual en el ocio nocturno actualmente?
Hace nada salió justamente la noticia que muchos llevábamos esperando en la Comunidad de Madrid sobre las restricciones: el 75% de la capacidad en interiores y horario normal hasta las 6 de la mañana. Para mi, esto supone la posibilidad de volver a desarrollar mis proyectos. Sin la pista de baile no tenía ningún sentido hacer fiestas de Techno; pierden toda su esencia.
Desde el principio, me negué a adaptarme a unas medidas de seguridad y sanidad que no podía cumplir. No he querido verme involucrada en ese tipo de competencia desleal, así que estoy deseando que la situación se estabilice y poder jugar todos con las mismas reglas.
¿Qué esperas de este otoño?
Solo espero que la competencia en Madrid no se torne una «jauría» y que las agencias no se aprovechen del boom y que se genere una especulación de nuevo con los cachés de los artistas, como ya ha pasado anteriormente. Siempre he pensado que hay hueco para todos.
¿Cuál es tu opinión sobre los botellones y fiestas ilegales?
Las fiestas ilegales y los botellones, o las raves, llevan existiendo desde antes del COVID. No es algo que haya surgido ahora, es algo con lo que los promotores siempre hemos lidiado, siempre ha estado ahí. Quizás lo que ha podido chocar más en este momento ha sido saber de la existencia de fiestas ilegales por promotores profesionales.
Alex Montoya (Analog | Music Business Academy) también hemos podido conocer el punto de vista de uno de los managers más importantes de este país.
¿Cuál es la situación actual en el ocio nocturno en Madrid?
Hasta ahora Madrid ha disfrutado de ciertas libertades que otras comunidades autónomas no han tenido y dentro de lo mal que está todo si nos comparamos con otros países europeos puedo afirmar que en Madrid se ha vivido bastante bien a pesar de todo.
Lo que he visto es mucho intrusismo a nivel de restaurantes convertidos en discotecas y cosas que aún no acabo de comprender.
¿Qué esperas de este otoño?
Ayer se anunciaban nuevas medidas que favorecen que todos los que nos dedicamos a esta industria podamos trabajar y no perdamos la ilusión ni nos arruinemos. Después de todo este tiempo de restricciones creo que la gente tiene muchas ganas de escuchar música en directo y de salir y auguro buenos tiempos para todos. Nosotros abrimos un club “The Bassement” y tenemos muchas ganas de aportar algo más a la ciudad.
¿Hay promotores/empresarios que ya hayan tirado la toalla?
Hay muchos promotores, artistas, técnicos de sonido, mánagers, agentes que han tirado la toalla. La falta de ingresos , ayudas y en ocasiones de unos ahorros han imposibilitado que sigan dedicados a este sector. Es muy triste porque tengo muchos amigos que han pasado por lo peor pero poco a poco han ido encontrando su camino y se han ido reinventando. Si que es cierto que es la primera vez que todos hemos dejado de competir y he visto mucha solidaridad entre compañeros del sector a todos los niveles.
No hay ninguna duda de que a día de hoy el sector está muy tocado pero según nuestros profesionales vienen cosas buenas, una dosis de positivismo que se unen al que parece el “despertar” del ocio nocturno. Esta semana Galicia lo ha conseguido de nuevo, el uso del pasaporte Covid, Madrid está luchando para reabrir locales hasta las 6 y las otras comunidades autónomas siguen picando piedra. Los rumores de nuevas medidas se escuchan hace días, unas medidas que huelen a libertad. La luz al final del túnel ya se ve y seguramente, por fin, nos lleve a una discoteca.