El pasado jueves 12 de enero Fuse anunciaba su cierre en redes sociales, y el motivo no habría sido otro que las quejas de un solo vecino que al parecer compró la casa al lado del club hace algunos años.
La disconfomirdad entre el club y el vecino parece que lleva tiempo activa, y tras diferentes reformas de insonorización que tratasen de solucionar el problema de forma el gobierno ha decidido involucrarse en el conflicto , adjudicando medidas para Fuse que hacen inviable la actividad del club tal y como venía funcionando.
El Gobierno de Bruselas habría ordenado que limitasen el sonido a 95 dB y el cierre de sus puertas a las 2 de la madrugada. La decisión del cierre se ejecutará de inmediato y se llevará a cabo de forma indefinida, aunque Fuse no se ha quedado de brezos cruzados y ha presentado un recurso que debería resolverse antes del 25 de enero.
Más de 55.000 personas han firmado la petición en contra del cierre de Fuse. Puedes apoyar al club belga aquí.