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Ángel Molina hizo temblar este fin de semana The Garage Of Bass Valley

Esta iba a ser mi primera fiesta en un club de techno en meses, y la primera vez en Barcelona. Eran muchas las ganas de pisar una pista de baile, de conocer gente nueva y escuchar música de calidad, así que la noche prometía desde el principio. Nada más llegar, una oscura luz roja saliendo de un garaje me indicaba que estaba en el sitio adecuado, era inevitable sentir ese cosquilleo que anticipa una de esas noche de las que no se olvidan fácilmente. 

 

The garage of The Bass Valley estaba en mi lista de favoritos desde hace ya mucho tiempo, y aprovechando mis ganas de escuchar a Ángel Molina me decidí a visitarlos. Las inmediaciones al recinto son idóneas si buscamos sitio donde aparcar, y su ubicación en Passatge Can Politic 13 en el Hospitalet de Llobregat, hace que también sea sencillo llegar en otros medios de transporte como el metro.

 

El club es un lugar acogedor, no muy grande, (sin duda en esto reside parte de su encanto) con un sonido impresionante, de lo más exclusivo del país, además de un sistema de iluminación potente y alineado con su música en todo momento. La cabina del dj se alza al fondo de la pista de baile, pudiéndose apreciar todos sus movimientos.

 

Ángel Molina, lleva 3 décadas haciendo bailar a gente de todo mundo, compartió con los que allí estábamos una sesión de un gusto exquisito, perfectamente estudiada, en donde los sonido más minimal y experimentales dieron paso a horas de un techno contundente y muy entretenido, que logró poner a saltar a todos los que en la sala nos encontrábamos. Su versatilidad me dejó impresionada, su manera de conectar con el público confirmaba, una vez más, el por qué de que este dj catalán sea tan demandado en tantos países.

 

The Garage of The Bass Valley es como se denomina a la programación musical orientada a la electrónica, a las tendencias de vanguardia y a la cultura de club, dentro de las instalaciones de The Garage. Cuando los eventos tienen una programación más pop, rock o indie, la sala adquiere la denominación de Zowie.
En la parte superior de sus instalaciones disponen de un centro de formación de producción musical y DJ, donde imparten cursos y ofrecen formación con artistas y profesionales de la industria.

 

El público en general era un público veterano, experimentado y respetuoso, que sabía  a lo que iba y que tenía ganas de bailar después de tanto tiempo.
En mi caso, a pesar de no conocer a nadie, la sensación era de estar en casa, de estar en familia desde el primer momento, que obvio se fué acentuando con el paso de las horas (…).

 

Todas las personas que formaban parte del evento, desde portero, camareros, etc se mostraron con una actitud espectacular, solo posible de encontrar en personas que realmente disfrutan de lo que hacen.

 

En conclusión, la experiencia en The Garage of the Bass Valley altamente recomendada, los que lo nombraban como un club de referencia en la Ciudad Condal estaban en lo cierto.
Sin duda, repetiremos en cuanto las agujetas lo permitan.