El pasado sábado 28 de septiembre en el parque de Enrique Tierno Galvan, Brunch Electronik Madrid nos dio una vez más una de las mejores fiestas de música electrónica a plena luz del día.
Siendo una de las fechas más esperadas de la temporada empezamos la tarde con Nadia Boulif, la DJ española que como productora,inició su carrera con sonidos orgánicos, caracterizados por su toque tribal. Ahora también se sumerge en un sonido house, con líneas melódicas y una vibra más de club.
Seguido de Pole Position, dos de los nombres más reconocidos de la marca Brunch que dieron vida a este proyecto en Barcelona. Loïc Le Joliff, el visionario director y fundador de Brunch Electronik, y Jaime Alguersuari, ex piloto de Fórmula 1 de Red Bull, quien ahora deja su huella en el mundo de la música como Squire.
La tarde se puso intensa con Adam Ten, el músico y dj israeli que durante los últimos 10 años le ha ido dando forma a su música con sonidos únicos posicionándose como uno de los grandes nombres en el panorama underground de la ciudad de Tel-Aviv.
Llegamos a mi momento favorito del día, con la salida de Mëstiza, listas para camelarse los oídos de todo el Tierno Galvan. Pitty Bernad y Belah, de Albacete y Málaga, son dos DJs y productoras musicales que llevaban más de diez años pinchando por separado antes de unirse en 2021 para crear un nuevo concepto de música electrónica. Mëstiza nos hizo vibrar con su mezcla de house, techno melódico y la música folklórica española, creando una nueva identidad que usa de referente “La Marca Española”.
Y llegamos a las dos últimas horas de la tarde noche a ritmo de Camelphat, el gran tándem internacional. Antes de producir, se ganaron su prestigio y estudiaron la dinámica de la música electrónica como DJ residentes. Con un sonido música house auténtica, de la que perdurará en el tiempo. Desde su lanzamiento inicial en 2010, han recibido el apoyo, que ha aumentado con cada lanzamiento. No hay palabras para describir lo que estos dos nos hicieron sentir esa noche, lo que sí puedo contaros es que todavía nos pitan los oídos de lo bien que lo pasamos.
