Dellafuente no da pasos pequeños. Diez años después de empezar a construir su universo —parte música, parte cultura, parte fe colectiva— el artista granadino celebra una década de carrera con dos conciertos que apuntan a ser históricos: 20 y 21 de junio en el Estadio Riyadh Air Metropolitano. Uno ya está sold out. El otro, a punto.
Si alguien dudaba de su lugar en la música española, aquí tiene la respuesta: 140.000 personas, escenario 360, dirección creativa diseñada solo para la ocasión y un espectáculo que, según anuncian, irá más allá del concierto. Será comunidad. Será ceremonia.
Dellafuente no es un producto del algoritmo, ni un artista de moda. Es, directamente, un fenómeno cultural. Durante estos diez años ha unido escenas (trap, reggaetón, flamenco, electrónica, rap), ha agotado fechas sin necesidad de promo tradicional, y ha creado un lenguaje propio que conecta con públicos que rara vez comparten espacio. Y lo ha hecho sin traicionarse.
Con 13 discos de platino, 9 de oro y un último álbum —Torii Yama— aclamado por público y crítica, el granadino entra en una nueva fase. Más grande, más ambiciosa, más consciente de su legado.
El Metropolitano será el escenario. Dellafuente, el motivo. Y el resto, historia.
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