Fotografía realizada por nuestro compañero @Jorgepalma.15
Como indican las últimas tendencias, el uso de lo retro está “de moda”. Así, la música folclórica andaluza vuelve a ganar peso en la industria musical, consiguiendo revivir artistas del pasado y que los nuevos se abran camino. Uniendo la electrónica con lo más puro del flamenco, Califato ¾ ha unido dos géneros que antes ya triunfaban por separado.
El grupo de origen sevillano define su música como “folclore futurista”, destacando siempre sus raíces y el andalucismo. Estas son sus mayores fuentes de inspiración, reflejándolo en sus letras y composiciones desde una perspectiva “respetuosa, a la vez que irreverente”. Esto pudo comprobarse durante su último concierto en Málaga.
La actuación no dejó a nadie indiferente. Entre bromas, historias y alusiones a la cultura andaluza, Manuel Chaparro (capataz y voz de la banda) dirigió un show repleto de simbología. Además, el chocante uso de elementos tradicionales como un capirote o los verdiales, que son característicos de la Semana Santa y de la música tradicional malagueña, crearon una noche para el recuerdo en la Costa del Sol.
También hubo espacio para la reivindicación. “Mamá, todos los cuerpos son válidos” fueron las palabras del capataz mientras se quitaba la camiseta para utilizar una del merchandising de su nuevo disco. Las banderas tampoco pasaron desapercibidas. Referencias al pueblo gitano, a la independencia andaluza y al conflicto en Palestina actuaron como emblema del grupo. El final del concierto no fue menos. El Himno de Andalucía en su versión rock fue lo que dio por finalizada la actuación.
De esta manera, Califato ¾ sorprendió de nuevo y no solo con sus letras y ritmos innovadores. El espectáculo y el ánimo que transmitía la banda hizo que los asistentes no desconectaran ni un solo minuto, haciéndoles parte de su música y valores. De este modo, la música andaluza obtiene una nueva visión que le dará muchos más años de vida a la tradición sin perder la novedad.
