Meta ha dado un paso más en su estrategia de liderar el mercado de las gafas inteligentes con el lanzamiento de las Ray-Ban Display, su primer modelo equipado con pantalla integrada. El dispositivo, presentado durante el evento Meta Connect 2025, busca convertirse en la alternativa real al smartphone, un objetivo que la compañía lleva años persiguiendo.
Las Ray-Ban Display incorporan un microdisplay en el cristal derecho que permite leer mensajes, consultar mapas o reproducir vídeos cortos sin perder de vista lo que ocurre alrededor. La pantalla, de 600×600 píxeles y con un brillo máximo de 5.000 nits, ha sido diseñada para garantizar visibilidad en exteriores y desaparecer cuando no se utiliza, evitando distracciones.
El modelo se acompaña de un arsenal tecnológico: cámara de 12 MP con zoom óptico 3X, seis micrófonos, altavoces de oído abierto y batería de hasta seis horas de uso continuo, ampliables a 30 horas gracias al estuche de carga. Todo ello con funciones de inteligencia artificial que permiten traducir conversaciones en tiempo real, contestar mensajes en WhatsApp, realizar videollamadas o incluso preguntar a la IA sobre lo que se está viendo.
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Para manejar esta tecnología, Meta introduce también la Neural Meta Band, una pulsera que detecta sutiles gestos de la mano y abre la puerta a una nueva forma de interactuar con interfaces, sin necesidad de tocar la pantalla ni usar el móvil.
Las gafas estarán disponibles inicialmente en Estados Unidos a un precio de 799 dólares (unos 675 euros), y se expandirán a mercados como Canadá, Reino Unido, Francia e Italia a comienzos de 2026. De momento, España se queda fuera del lanzamiento.
En paralelo, Meta actualiza su catálogo con dos nuevos modelos sin pantalla: las Ray-Ban Meta de segunda generación, con más batería y mejor calidad de vídeo, y las Oakley Meta Vanguard, pensadas para deportistas de alto rendimiento. Ambos modelos sí llegarán a España este otoño, con precios de 419 y 549 euros, respectivamente.
Con esta apuesta, Meta deja clara su ambición: convertir las gafas inteligentes en el dispositivo que marcará la próxima gran transición tecnológica, desplazando poco a poco al teléfono móvil como centro de la vida digital.
