Como bien la conocemos, la Met Gala es un evento que se celebra cada año en el Museo Metropolitano de Nueva York, el primer lunes de mayo. Cargado de un gran espectáculo lleno de misterio en torno a los atuendos que se revelan durante la alfombra roja, cada edición presenta una exhibición que da vida al tema de la noche. Es el momento perfecto para analizar no solo la historia de la moda, sino también la cultura que nos rodea.
El tema de esta última exhibición, “Impecable: la confección del estilo negro”, da espacio a la identidad y cultura de la moda afroamericana, otorgando así un foco importante al dandismo negro. ¿Y qué es el dandismo? Se lo conoce como una estética que representa la resistencia e individualidad, con la elegancia como lenguaje principal, y se manifiesta a través de vestimentas de alta calidad. El dandismo negro aparece más tarde, con nuevos aires de revolución: una declaración de orgullo y divergencia. La sastrería pasa a tener un papel esencial en el juego, ya que aporta el toque fino que se necesita, como signo de respeto y atención.
El conocimiento que tienen se representa en su forma de vestir. Se convierte en un reflejo de su identidad. Es por esto que el dress code para la gala no podía ser nada más ni nada menos que “Hecho a tu medida”. Como era de esperarse, las escaleras del MET se llenaron de trajes que ofrecieron su propia interpretación de la exhibición, con una variedad de tejidos, siluetas y volúmenes que dieron vida a la extravagancia esperada para la noche de la moda.
Empezando por atuendos que reimaginan un esmoquin en prendas diferentes –como es el caso de Rihanna (vestida por Marc Jacobs), con un abrigo de raya diplomática hecho falda, o Emma Chamberlain (vestida por Courrèges), con el mismo estilo de traje pero en forma de vestido y espalda descubierta–. Asimismo, nos encontramos con vestimentas que referencian la esencia del dandismo, como el de Doechii (vestida por Louis Vuitton), con un frac de pantalones cortos y un lazo burdeos como corbata.
La elegancia hizo se hizo presente con Imaan Hammam (vestida por Magda Butrym), en un traje blanco entallado con hombreras imponentes, seguida por una Jodie Turner-Smith (vestida por Burberry) con su traje de cuero monocromático en tonos rojos, conjuntado con el sombrero perfecto. En cuanto a siluetas, le debemos todo a Laura Harrier (vestida por Gap), con un traje de pantalones voluminosos y mangas transparentes de fantasía, sin dejar de lado a Zoe Saldaña (vestida por Thom Browne), con un vestido encorsetado y decorado por una línea de botones a lo largo del torso, la falda y las mangas.
Por último, pero no menos importante, en reconocimiento a la palabra “a medida” y a los modistas, nos encontramos con Rosalía (vestida por Balmain) y su vestido amoldado a su propio cuerpo, o Jenna Ortega (también vestida por Balmain), con un vestido strapless con bloques metálicos que insinúan cintas de medición.
Sin duda, es una noche de creatividad y expectativas que nos gusta vivir como propia. Juntarnos para debatir los looks, compartir lo que nos gusta o nos sorprende, es una gran parte de lo que estos eventos logran generar. Además de traer conciencia y difusión a diversos movimientos, también muestran todo lo que el diseño es capaz de crear en una sola noche.