Jueves: Apertura con nostalgia El arranque del festival se dio con cielos grises, pero el ambiente en IFEMA no tardó en llenarse de entusiasmo. El grupo English Teacher presentó su característico sonido guitarrero que mezcla el pop con tintes modernos y nostálgicos. Mientras tanto, Joe Goddard, del colectivo Hot Chip, ofreció un set energético en el tercer escenario, aunque parecía algo temprano para su propuesta house, logró conectar bien con el público.
Uno de los momentos más esperados llegó con Ben Gibbard, primero al frente de Death Cab For Cutie, reviviendo su aclamado «Transatlanticism», y más tarde con The Postal Service, cuyo repertorio fue recibido con calidez. La sorpresa llegó al final, cuando la banda interpretó una versión vibrante de «Enjoy The Silence» de Depeche Mode. Sin embargo, fue LCD Soundsystem quien terminó por coronar la jornada con una actuación apoteósica. La banda neoyorquina, que no actuaba en Madrid desde 2007, ofreció un repertorio cargado de intensidad y frescura, con temas como «Daft Punk Is Playing at My House» que desató el baile entre los asistentes.
Viernes: Tormenta de adrenalina El segundo día arrancó con buenas sensaciones musicales, pero con el temor de la lluvia siempre presente. Artistas emergentes como Tristán! y Judeline marcaron el inicio de la jornada, pero la energía se disparó cuando Yard Act subió al escenario. Con sus guitarras poderosas y coristas animando al público, lograron transformar el escenario en una verdadera celebración. Gossip continuó con su repertorio lleno de clásicos, donde la carismática Beth Ditto brilló tanto por su poderosa voz como por su espíritu bromista.
Cuando Yves Tumor subió al escenario, el ambiente adquirió un tono oscuro y experimental, acompañado por el sonido natural de la tormenta que finalmente se desató durante la actuación de Raye que fue suspendido debido por la lluvia, lo que sumió al festival en el caos momentáneo, con los asistentes corriendo en busca de refugio en el pabellón que acondicionó la organización. A pesar de la cancelación de Soulwax, la noche fue rescatada por The Prodigy, quienes ofrecieron una actuación explosiva llena de energía, manteniendo a los más atrevidos bailando bajo la lluvia.
Sábado: Cierre y redención
La jornada de clausura recuperó la normalidad, con el cielo despejado y un ambiente festivo. Los Monobloc ofrecieron un set de punk melódico que calentó a la audiencia para lo que vendría. El grupo Ezra Collective puso a todos a moverse con su mezcla de jazz vibrante y ritmos contagiosos, mientras que Olivia Dean, en su primer concierto en España, aportó un toque de elegancia con su soul vibrante.
El momento más esperado del día llegó con Massive Attack. Su show, cargado de mensajes sociales y políticos, abordó temas como los conflictos en Gaza y Ucrania, mientras su mezcla de sonidos electrónicos y orgánicos creaba una atmósfera intensa. Destacaron temas como «Unfinished Sympathy», que resonó profundamente entre los asistentes. Aunque su tono reflexivo contrastaba con el espíritu festivo, el cierre del festival fue todo lo contrario.
Jungle trajo de vuelta el funk y el buen rollo, dejando a todo el mundo saltando con las canciones de su último álbum “Volcano”, mientras que Sam Smith ofreció un concierto memorable con sus éxitos pop y soul, resonando en todo el recinto gracias a un público que cantaba cada una de sus letras. Para terminar, Peggy Gou hizo que la multitud bailara hasta el último momento con su set de house y techno, cerrando así un festival que, pese a las adversidades, cumplió las expectativas y dejó al público con ganas de una segunda edición.